Pensamientos y reflexiones que nunca creí pudieran ser del agrado de tanta gente.
jueves, 31 de enero de 2008
Violencia infantil
Papá, no me pegues, tus golpes no sólo hieren mi cuerpo, golpea en mi corazón, me hacen duro y rebelde, terco, torpe y agresivo.
Tus golpes me hacen sentir miserable, pequeño e indigno de ti, mi héroe; me llenan de amargura, bloquean mi capacidad de amar, crecen mis temores y nace en mí el odio.
Papá tus golpes me alejan de ti, me enseñan a mentir, cortan mi iniciativa, creatividad y mi alegría.
No me golpees más, soy débil e indefenso ante tu fuerza, tus golpes enlutan mi camino y sobretodo endurecen mi alma.
La fuerza de tu razón es superior a la fuerza de tus golpes. Si crees que no te entiendo aún, te lo prometo, pronto lo haré.
Más poderosos que tus golpes, más efectivos y grandiosos, son tu afecto, tus caricias, tus palabras y tus besos.
Papá, tu grandeza no está en el poder de tu fuerza física, eres mucho más cuando no necesitas de ella para guiarme, sólo abrázame y permítete seguir siendo mi héroe para toda la vida.
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