lunes, 29 de diciembre de 2008

Esas propinas

De toda la vida uno aprendió que la propina es, sobre todo, un símbolo de agradecimiento por un trabajo bien hecho. Teniendo en cuenta semejante afirmación he echado cuentas y resulta que, a pesar de tener que tratar cada día con un montón de gente, jamás de los jamases me han dado una sola propina... por lo que he llegado conclusión de que nunca, nadie, ha quedado satisfecho con mis servicios laborales.
Lo de las propinas, como todo, tiene su historia. La cosa empezó en la antigua Roma cuando se recompensaba con una copa de vino a todos los que acudían a una asamblea. Por eso, la palabra propina viene del verbo “propinare” que, ni más ni menos, significa “invitar a beber”, agasajo que con el tiempo se sustituyó por dinero.
Más curiosa, y mucho más práctica, es la versión inglesa de propina: “tip”, palabra que deriva de un cartel que les dio por poner a algunos comerciantes sobre las cajas registradoras en los que se podía leer “to insure promptness”, y que significaba algo así como “para asegurar rapidez”, indicando a los viajeros que una moneda de más les aseguraría una atención inmediata.
Dicho lo cual he decidido pasar a la acción.
Estoy pensándome seriamente poner un cartelito bien grande a la entrada que diga algo así como “se admiten tips”, (mucho más elegante y discreto que el “se admiten propinas”). Sabiendo la afición que tienen la mayoría de los que por aquí pasan por ser los primeros en ser atendidos seguro que me saco un sueldecito extra. Buena falta me hace... por la crisis y eso.
Frase: "El dinero lo inventó el diablo, por eso no conviene pregonarlo” (Proverbio egipcio)

miércoles, 24 de diciembre de 2008

Conformidad


Lutero, al que -como él mismo cuenta- su madre azotaba hasta hacerle sangrar por haber comido una nuez sin permiso, fue también el pionero en llevar una estadística sobre la frecuencia de las relaciones sexuales. Él, metódico a más no poder, tenía un diario en el que apuntaba lo "importante" que le pasaba cada día. Así, cuando se caso a los 42 años con una monja de 26, no se le ocurrió otra cosa que apuntar en la libretita todas y cada una de las veces que tenía relaciones sexuales con su santa esposa: 104 durante el primer año.

Hay que reconocer que Lutero iba un poco justo en el asunto, más teniendo en cuenta que las notas correspondían a su primer año (época en la que, digo yo, que si llevas 42 años esperando tienes que coger aquello con más ímpetu), y sobre todo si nos fiamos (que a lo mejor es mucho fiarse) de los estudios de los fabricantes de preservativos que sitúan la media mundial en 127; Hungría a la cabeza con 152, Malasia y Suecia a la cola con 103.
Claro, que esto no hace sino volver a dejar por gran sabio a Albert Einstein cuando se le ocurrió aquella perogrullada del todo es relativo. A ver, ¿qué son 127 veces (o incluso -poniéndonos en plan fantasma- 200) al año cuando cualquier león es capaz de copular hasta 80 veces al día? ¿Y qué son esas 80 veces al día del león cuando un hámster puede hacerlo 65 veces en una hora? ¿Y qué son las 65 veces por hora de los hámsteres cuando sus primos hermanos, los jerbillos (unos simpáticos ratones del desierto mejicano), lo hacen 224 veces en el mismo tiempo...?

Pues eso, que todo es relativo. Así que nada de preocuparse y a pensar en lo básico: lo verdaderamente importante es la calidad. Y el que no se conforma es porque no quiere. Hasta el lunes.
Frase: "La única razón para que el tiempo exista es para que no ocurra todo a la vez." (Albert Einstein, 1879-1955; físico estadounidense)

viernes, 19 de diciembre de 2008

Cuidado a la hora de....

Lleva ya unos años siendo superventas en varios países del mundo y parece que en el 2008 tampoco se quedará atrás. Es el rapex, un dispositivo dentado en forma de tampón destinado a ser introducido en la vagina, que está siendo el regalo estrella de estas navidades. El aparatito en cuestión, fabricado en Sudáfrica, está dotado de unos dientes similares a los de un tiburón que se agarran al pene de quien intente forzar una relación sexual. Sólo puede ser quitado por un médico utilizando cirugía.
La intención no puede ser mejor: evitar abusos y violaciones a las mujeres y, además, poder detener fácilmente al agresor.
Sin embargo, sabiendo lo despistados que solemos ser las personas humanas para ciertas cosas y, sobre todo, teniendo en cuenta el pequeño detalle que acompaña a sus instrucciones: “uno se lo pone y gracias a su extraordinaria comodidad se olvidará completamente de que lo lleva"... qué queréis que os diga, yo miraría varias veces antes de. Y a partir de ya.
Frase: "La persona que no tiene secretos para su pareja, una de dos, o no tiene pareja o no tiene secretos. Y en ninguno de los dos casos me parece una persona envidiable” (Maurice Chevalier, 1888–1972; cantante francés)

viernes, 12 de diciembre de 2008

Quiero ser famoso

Ya lo tengo claro: de mayor quiero ser famoso. Pero famoso de los de verdad, de los de ahora, de los que nunca han hecho nada en su vida; no bailan, no cantan, no han descubierto una mísera vacuna contra la malaria... ni tan siquiera han hecho de figurantes luciendo musculitos en una película del Almodóvar. Simplemente son famosos por haber salido una noche con la hermana de una prima que conocía a una camarera que durante tres días fue presunta amante de un hijo de la Duquesa de Alba. Por ejemplo. Y a partir de ahí van a la tele, viajan mucho, les piden autógrafos y hasta les pagan unos cuantos euros por ir a algún desfile de ropa del Carrefour. Un chollo.

¿Nadie por aquí para darme un empujoncito? Me adapto a lo que sea. Eso sí, rapidito, que se me está pasando el arroz.

Frase: “Lo malo de la primera cana es que los demás pelos se contagian". (Ramón Gómez de la Serna, 1888-1963; escritor español)

Quiero ser famoso

Ya lo tengo claro: de mayor quiero ser famoso. Pero famoso de los de verdad, de los de ahora, de los que nunca han hecho nada en su vida; no bailan, no cantan, no han descubierto una mísera vacuna contra la malaria... ni tan siquiera han hecho de figurantes luciendo musculitos en una película del Almodóvar. Simplemente son famosos por haber salido una noche con la hermana de una prima que conocía a una camarera que durante tres días fue presunta amante de un hijo de la Duquesa de Alba. Por ejemplo. Y a partir de ahí van a la tele, viajan mucho, les piden autógrafos y hasta les pagan unos cuantos euros por ir a algún desfile de ropa del Carrefour. Un chollo.

¿Nadie por aquí para darme un empujoncito? Me adapto a lo que sea. Eso sí, rapidito, que se me está pasando el arroz.

Frase: “Lo malo de la primera cana es que los demás pelos se contagian". (Ramón Gómez de la Serna, 1888-1963; escritor español)

sábado, 6 de diciembre de 2008

Maravillosa siesta


Después de comer nos entra sueño. La culpa la tiene la digestión, un proceso en el que se consume el diez por ciento de las reservas energéticas diarias.
El aparato digestivo necesita consumir energía para masticar los alimentos, llevarlos al estómago, degradarlos con ácido y volcar la papilla resultante en los intestinos, donde avanzará lentamente hacía el ano mientras los nutrientes atraviesan las paredes intestinales hasta pasar al torrente sanguíneo. Para completar la tarea, el cuerpo ordena un aporte extra de sangre a los intestinos, lo que provoca un pequeño desabastecimiento del cerebro y la somnolencia tras la comida.
Recientes investigaciones en cronobiología han confirmado que durante las horas que dura la digestión se produce una ligera bajada de temperatura corporal que propicia la sensación de sueño.

Seamos serios, o dejamos de comer o dejamos de trabajar por la tarde. Se trata de elegir. Ambas cosas son científicamente incompatibles.
Frase: "Comida sin siesta, campana sin badajo". (Refrán español)

Maravillosa siesta


Después de comer nos entra sueño. La culpa la tiene la digestión, un proceso en el que se consume el diez por ciento de las reservas energéticas diarias.
El aparato digestivo necesita consumir energía para masticar los alimentos, llevarlos al estómago, degradarlos con ácido y volcar la papilla resultante en los intestinos, donde avanzará lentamente hacía el ano mientras los nutrientes atraviesan las paredes intestinales hasta pasar al torrente sanguíneo. Para completar la tarea, el cuerpo ordena un aporte extra de sangre a los intestinos, lo que provoca un pequeño desabastecimiento del cerebro y la somnolencia tras la comida.
Recientes investigaciones en cronobiología han confirmado que durante las horas que dura la digestión se produce una ligera bajada de temperatura corporal que propicia la sensación de sueño.

Seamos serios, o dejamos de comer o dejamos de trabajar por la tarde. Se trata de elegir. Ambas cosas son científicamente incompatibles.
Frase: "Comida sin siesta, campana sin badajo". (Refrán español)

miércoles, 3 de diciembre de 2008

Y vuelve a llegar la Navidad...

Basta echar un vistazo estos días (y los que nos quedan) por el centro de cualquier ciudad para darse cuenta que la Navidad es una locura colectiva. Y no lo digo en plan metafórico: cada vez estoy más convencido de que, llegando diciembre, se nos sueltan unos cuantos cables dentro de la mollera y necesitamos urgentemente alguien que nos arregle el desbarajuste.

Observando el hormiguero de gente entrando y saliendo de las tiendas, da la sensación de que son muchos los que tienen como mascota a una gallina que les pone huevos de oro cada noche; el panorama de gente transportando paquetes y bolsas es lo más parecido a esas imágenes de los telediarios en que la población hace acopio de víveres para afrontar el paso de un huracán; paseando por cualquier calle comercial uno tienen la impresión de estar viviendo en una de esas monarquías petrolíferas donde todos están forrados y ya no saben en qué gastarse el dinero. Hacer regalos con moderación (y criterio) es agradable; pero llevado a los extremos grotescos en que lo estamos haciendo empieza a dar un poco de dentera.

Además, en Navidad, sucede otra cosa que me tiene desconcertado, y no me estoy refiriendo a la clonación en cada esquina de un Santa Claus (alguien debería explicar que no es él quien nace cada Navidad) sino por lo extraño que se vuelve el personal en esta época. Gente que en otro momento del año se harían los miopes o los distraídos para no saludarte, que no pararían ni para recogerte de la cuneta nevada de una carretera secundaria (aunque estuviera anocheciendo y se escuchara, de fondo, el aullido de los lobos), ahora te da dos besos y te desea prosperidad y felicidad. Tengo un amigo que mantiene la teoría de que todas esas criaturas súbita y aterradoramente simpáticas han salido de la ornamentación callejera con la que todos los ayuntamientos se empeñan en obsequiarnos llegadas estas fechas. Dice que el día que vea la película “La invasión de los ladrones de ultracuerpos” sabré con exactitud a que se refiere.

jueves, 27 de noviembre de 2008

Cuestión de educación.


Cuentan las crónicas que un verdugo de la Revolución Francesa pedía a sus condenados que, si seguían conscientes (y es de suponer que algo doloridos) una vez decapitados, le hicieran el favor de, en caso de poder, parpadearle.
Y cuentan las crónicas que fueron varias las cabezas que parpadearon durante unos 30 segundos.

De lo que se puede sacar dos incuestionables conclusiones: que debe doler lo suyo que te corten la cabeza (aunque sean sólo unos cuantos segundos), y lo que es más importante: que hasta en las peores situaciones hay gente amable a la que no le importa echarte una mano... sobre todo si les pides las cosas por favor. No deberíamos perder la fe en la humanidad. Nunca.
Frase: "Los hombres se equivocan más a menudo por ser demasiados listos, que por ser demasiado buenos." (George Bernard Shaw, 1856-1950 escritor irlandés)

martes, 25 de noviembre de 2008

Apariencia e Imagen


"Para lograr el éxito, mantenga un aspecto bronceado, viva en un edificio elegante - aunque sea en el sótano -, déjese ver en los restaurantes de moda - aunque sólo se tome una copa - y, si pide prestado, pida mucho" (Aristóteles Onassis, 1906- 1975, armador griego)
Una consultora española probó hace algún tiempo a enviar currículos de las mismas personas. En unos la foto llevaba pelo y en otros se presentaba la misma foto del mismo aspirante pero retocada para dejarlos calvos. El resultado fue demoledor...
Por supuesto ninguna reconoció que el pelo tuviera algo que ver, pero las "manías" que tienen algunos mandamases, gobernantes de turno o las simples "fuerzas vivas de la localidad", empeñados en que hay que llevar el pelo (el de la cabeza y el de otras partes) como a ellos les de la gana es algo universal.

Y en la mayoría de los casos, vistas las consecuencias, más vale hacer caso.

lunes, 17 de noviembre de 2008

Queridos y divinos cementerios

Ya lo he comentado alguna que otra vez: haber tenido alguna novia adolescente -del que uno estuvo enamorado eternamente durante casi una semana- era hija de un marmolista lapidero que se llevaba el trabajo a casa, no tiene nada de particular que siempre vea con cierta simpatía todo lo relacionado con esos bloques de apartamentos apaisados, tan adornaditos de cipreses ellos, llamados cementerios.
Y más en estos días.
Valga la anterior introducción para justificarme por haber vuelto a encontrar -y a releer- un artículo, entre burlón y divertido, sobre curiosos epitafios capaces de resumir toda una vida en una frase. Como la de aquel individuo que jamás había estado enfermo y un día que se sintió mal, su familia insistió en llamar al médico y a pesar de negarse con todas sus fuerzas, acabó tomándose la medicina. El epitafio de su tumba lo dice todo: "Fallecido por voluntad de Dios y de un médico imbecil".
Algunos son tan amables que hasta explican cual fue la involuntaria causa que le llevó a ocupar su sitio: "Buen esposo, buen padre, pero mal electricista"
Anotaciones sepulcrales que hablan perfectamente del carácter de la familia del forzoso inquilino, como aquella en la que se puede leer en el costado de una lápida del cementerio de Barcelona "Este sepulcro lo pagó su hijo Paco".
O aquel otro de una señora que no quiso renunciar a lo que tanto le había costado y que hizo inscribir a su muerte: "Aquí yace Mercedes que murió tres días antes de ser Marquesa".
Agitadores y contestatarios hasta el final, como aquel que se rebeló en su última despedida escribiendo de epitafio una pregunta a la que nunca nadie le va a contestar: "¿Qué tenía Lázaro que no tenga yo?"
Los hay poéticos, llenos de amor, repletos de melancolía, y hasta con un extraño e inquietante sentido del humor que demuestra cómo hasta en las situaciones más difíciles, hay quien no pierde la guasa: "Aquí reposa Margarita, que falleció a los diez meses de edad. ¡Qué pronto empezaste a darnos disgustos!"
Por cierto, ya que estamos metidos en el tema de epitafios y lápidas por aquello de ser víspera de la fiesta de los muertos y tal, un momento (coñazo) petete para acabar: el origen de la palabra "cadaver" se remonta a la época romana donde existía una losa sepulcral que llevaba la inscripción: "caro data vermibus" (carne entregada a los gusanos). Con el tiempo y la erosión, algunas letras se fueron borrando hasta que sólo se pudo leer: ca.. da.. ver.. y así se quedó.
Frase: "Con amor de todos tus hijos, menos de Ricardo que no dio nada" (Epitafio en una lápida del cementerio de Salamanca)

martes, 11 de noviembre de 2008

Refranero español

Todos sabemos lo útiles que resultan los refranes para el buen orden de la existencia humana. El origen de la mayoría de ellos suele estar relacionado con la actualidad de la época en la que se crearon. De la Edad Media, por ejemplo, son muchos de los que tratan sobre la comida. Al fin y al cabo, la comida era de las pocas cosas divertidas que se podía hacer en aquella época y, por lo tanto, un tema habitual de conversación. Por aquel tiempo la gente comía una barbaridad (los pocos que comían) y de entonces son los refranes empeñados en predicar la moderación en el comer.
Repetían, por ejemplo: “come poco y cena más, duerme en alto y vivirás” que aparte de resaltar lo inconveniente que resulta dormir en el suelo, dejaba bien claro que había que comer poco y cenar mucho; el dócil medieval obraba en consecuencia. Otro refrán advertía: “de grandes cenas están las sepulturas llenas”, y el dócil tragón cenaba muy ligeramente pero comía muchísimo.
Pero sabiendo ellos, como sabemos todos, que los refranes son el fruto de la sabiduría popular, la mayoría pensaban que ambos refranes, el que recomendaba comer en abundancia y el que aconsejaba cenar mucho, tenían seguramente razón. Además, cuando moría de un hartazgo, atormentado por la gota y estrujado por la arteriosclerosis, nadie sabía si realmente había muerto por comer o por cenar.
Lo que no acabo de entender es como a nadie le surgió la duda de lo inconsistente que resultaban todos aquellos consejos cuando veían que la gente que no comía ni cenaba, es decir, que hacía caso omiso de cualquier refrán, tenían la misma mala salud que los señores y, además, se morían casi al mismo tiempo.

Frase: "No hay refrán que no sea verdadero. Donde hay patrón no manda marinero; pero quien tiene boca, se equivoca". (Vainica Doble, Refranes, Ópalo OPL-1-4; 1971)

Refranero español

Todos sabemos lo útiles que resultan los refranes para el buen orden de la existencia humana. El origen de la mayoría de ellos suele estar relacionado con la actualidad de la época en la que se crearon. De la Edad Media, por ejemplo, son muchos de los que tratan sobre la comida. Al fin y al cabo, la comida era de las pocas cosas divertidas que se podía hacer en aquella época y, por lo tanto, un tema habitual de conversación. Por aquel tiempo la gente comía una barbaridad (los pocos que comían) y de entonces son los refranes empeñados en predicar la moderación en el comer.
Repetían, por ejemplo: “come poco y cena más, duerme en alto y vivirás” que aparte de resaltar lo inconveniente que resulta dormir en el suelo, dejaba bien claro que había que comer poco y cenar mucho; el dócil medieval obraba en consecuencia. Otro refrán advertía: “de grandes cenas están las sepulturas llenas”, y el dócil tragón cenaba muy ligeramente pero comía muchísimo.
Pero sabiendo ellos, como sabemos todos, que los refranes son el fruto de la sabiduría popular, la mayoría pensaban que ambos refranes, el que recomendaba comer en abundancia y el que aconsejaba cenar mucho, tenían seguramente razón. Además, cuando moría de un hartazgo, atormentado por la gota y estrujado por la arteriosclerosis, nadie sabía si realmente había muerto por comer o por cenar.
Lo que no acabo de entender es como a nadie le surgió la duda de lo inconsistente que resultaban todos aquellos consejos cuando veían que la gente que no comía ni cenaba, es decir, que hacía caso omiso de cualquier refrán, tenían la misma mala salud que los señores y, además, se morían casi al mismo tiempo.

Frase: "No hay refrán que no sea verdadero. Donde hay patrón no manda marinero; pero quien tiene boca, se equivoca". (Vainica Doble, Refranes, Ópalo OPL-1-4; 1971)



martes, 4 de noviembre de 2008

Ser caracol

Los caracoles son hermafroditas ya que al estar equipados de un pene y del órgano receptivo correspondiente pueden producir tanto espermatozoides como óvulos. Evidente ventaja que multiplica por dos las posibilidades que tiene cualquier caracol de encontrar a otro caracol con el que enrollarse sin tener que andar mirándole su carné de identidad.
Aunque ahí no queda la cosa, su revolcón (que consta del lanzamiento uno al otro de una saeta espiral de carbonato cálcico, que desaparece en el interior del receptor, donde se disuelve y libera el esperma) viene a durar una media de 4 horas.
Doble de oportunidades para ligar y cuatro horas de placer garantizado. Sin duda bastarían como estupendas razones para admirar a estos bichos. Pues con todo y con eso hay otra razón, mucho más importante, por la que uno profesa una insana envidia a estos bichos (hasta el punto de desear -aunque sólo fuera de lunes a jueves- ser uno de ellos ): resulta que se pasan siete meses al año durmiendo. Y no duermen cualquier mes los muy listillos, no, lo hacen desde octubre hasta finales de abril, precisamente los meses en los que más sueño tenemos, más nos cuesta levantarnos y mas a gusto de está en la cama.
Luego dirán que si son unos babosos, que sin son unos arrastrados y que si son unos cornudos.. ya... pero dame pan y dime tonto.

Frase: “Las croquetas deberían tener hueso, para que pudiésemos llevar la cuenta de la que comemos” (Celestino P. paciente a dieta)

martes, 28 de octubre de 2008

La edad no en igual para todos.

Partiendo de que pocas cosas hay más subjetivas que la belleza (el hecho –tantas veces repetido aquí- de que a los padres cucarachos sus hijos cucarachitos les parezcan guapos lo demuestra claramente), y reconociendo ¡faltaría! que una señorita de uno-setentaynueve y cien-cincuenta-ochentaycinco tenga todo el derecho a que le gusten los señores de la cuarta edad (bordeando la quinta), me parece ligeramente sospechoso que a dichas señoritas siempre les gusten los sesentones/setentones con una característica común: les sobra el dinero y/o el poder.
Quizá sea casualidad, pero el porcentaje de jovencitas gerontófilas aparatosas suele ser directamente proporcional a la cuenta corriente del incauto. Seguramente hasta existe una Ley de Murphy que lo demuestra. El resto de la venerable ancianidad nunca se beneficia de tan entremetidos gustos... y no será por falta de ganas por más que las malas lenguas digan que a ciertas edades el sexo es como intentar jugar al billar con una cuerda.
El caso es qué como a nadie le gusta hacerse viejo, todo el mundo presume ahora de padecer el “síndrome de Peter Pan”, manera fina donde las haya que tienen aquellos que ya pasan de los veinticinco para presumir de que se conservan como si tuvieran dieciocho.

Lo de envejecer siempre es una cosa que les pasa a los demás. ¡Faltaría!

Frase: "Hay numerosos aparatos mecánicos que incrementan el impulso sexual, especialmente entre las mujeres. El más eficaz es el Mercedes-Benz 380SL descapotable" (Arturo S. 68 años, jubilado)

sábado, 18 de octubre de 2008

El Dios/Médico

Decía Voltaire hace ya más de doscientos años que la medicina consiste en entretener al paciente mientras la naturaleza se encarga de curar la enfermedad. Dicho de otra manera, que estamos manteniendo obligatoriamente a una pandilla de impresentables que, vestidos de bata blanca, nos hacen creer que son los responsables de que nos curemos, cuando en realidad, lo único que hacen es reírse de nosotros.

Los médicos, como los adventistas del séptimo día, los socios del círculo de lectores, o los amigos del taperware, forman una peligrosa secta en las que se dan todas las características de grupo destructivo, no solo en la forma de comunicarse, con un lenguaje propio y una escritura imposible, sino en muchos otros detalles típicos de esta clase de organizaciones, descritas ya en otras paginas, pero que no estaría de más volver a enumerar:


- Ante el dolor y la desesperación del individuo, al que ellos llaman paciente, ofrecen soluciones simplistas, rápidas y efectivas (generalmente antibióticos y mucho reposo), para que te sientas a gusto y confiado en esos primeros momentos.

- Contradicción entre la teoría y la práctica, resulta difícil ver los resultados prácticos de su discurso, mientras te cuentan lo peligrosos que es fumar, ellos tienen tres paquetes en el bolsillo.

- Tienen un líder carismático, mesiánico y dogmático al que llaman ministro y/o consejero, formando una estructura totalitaria, donde todo viene decidido desde arriba.

- Ofrecen una aparente seguridad personal, calor humano y trato amable, pero sólo hasta que están seguros que no eres de la inspección sanitaria, después, todos sabemos lo que pasa.

- Utilizan técnicas psicológicas coactivas para reclutar y adoctrinar a los pacientes, con amenazas sobre desgracias que les ocurrirán si no hacen caso de sus indicaciones, sosteniendo siempre que el fin justifica los medios.

- Conocen todo sobre ti, tus antecedentes y hasta los de tu familia y, alegando servicios a la sociedad, recluyen los casos más rebeldes en hospitales, no dudando en utilizar todo tipo de drogas para obtener el cambio deseado.

- Continuamente ofrecen una mejor calidad de vida... que solo será posible si sigues sus indicaciones durante el resto de tu vida.
Posiblemente ya has caído en sus garras, que no te confundan, la realidad es muy distinta. El cuerpo humano puede subsistir ¡y sin mayores problemas! sin gran parte del estómago, sin el bazo, sin el 75% del hígado, el 80% de los intestinos, sin un riñón, sin un pulmón y sin casi todos los órganos del área de la pelvis. Por ejemplo.

Claro, que también hay que reconocer que vivir sin determinados órganos de la pelvis, vida, lo que se dice vida... pues no sé yo si sería. Pero ese ya sería otro tema.

Frase: "Sólo las mujeres y los médicos saben cuán necesaria y bienhechora es la mentira". (Anatole France , 1844-1924; escritor francés)

lunes, 29 de septiembre de 2008

A falta de pan...


¿Es la naturaleza sabia o podremos comer hasta reventar?
Ahora resulta, bueno ahora me entero yo, que supongo que siempre habrá sido así, que las termitas, chinches, hormigas, o incluso las cucarachas no solo son comestibles, que eso ya lo sabíamos por los documentales de la dos que tanto nos ayudan en la siesta, sino que además su carne es tan sana y nutritiva que la de vaca o la de pollo.
Si esto es verdad y no solo algo que se inventó el becario que lleva la sección de curiosidades para llamar la atención, lo del hambre en el mundo empezaría a no tener mucha explicación porque otra cosa no, pero el número de cucarachas, chinches y demás animalitos presuntamente proteicos, están en un número que aumenta de forma directamente proporcional a la hambruna de algún país, con lo cual la cosa está clara; Y aquí no valen los remilgos del asco y eso, en situaciones de emergencia uno se come hasta a su vecino y sino que se lo pregunten a los supervivientes aquellos de los Andes.
Además tampoco parece que tenga mucho que ver la existencia de agua o vegetaciones varias, que todos sabemos como las cucarachas pueden vivir sin ver una sola planta en su corta vida... eso si, los que peor lo pasarían iban a ser los vegetarianos, suponiendo que exista alguno por esos lares, aunque me imagino que aplicando el refrán de “a buen hambre no hay pan duro” acabarían por inventarse la teoría de qué comer insectos no es convertirse en carnívoro sino más bien “insectívoro” con lo que sus conciencias quedarían satisfechas y sus estómagos un poco más llenos. Ya sabemos que el hombre es una animal muy adaptable, especialmente si le interesa.
Lo reconozco, hay días que la desesperación me lleva a decir tonterías como las anteriores, leyéndolas me doy cuenta de como trabajar, perdón, estar en el trabajo, es uno de los factores de riesgos mas evidentes y peligrosos para el equilibrio emocional y la salud mental.

viernes, 26 de septiembre de 2008

Con luz o sin luz ( gran dilema )

Uno de los dilemas más habituales a los que tiene que enfrentarse un ser humano es decidir si enciende la luz -o no- cuando, en mitad del mejor de sus sueños, no le queda más remedio que levantarse a mear. Y es que, como dice una versión libre de aquella vieja canción de mi idolatrada Mina, cuando la vejiga aprieta es que aprieta de verdad. O algo así.
El primer impulso es, lógicamente, encenderla. La experiencia es un grado y quien más y quien menos ha probado esa proverbial habilidad que tiene el dedo meñique del pie descalzo para tropezar con cuantos salientes existan en su camino. Pero sólo es el primer impulso ya que por poco que uno reflexione a esas horas llegará a la conclusión de que lo único que va a conseguir encendiéndola va a ser alterar el reloj biológico y no poder volver a dormir el resto de la noche.
El dilema es peliagudo y tomar una decisión en semejantes condiciones resulta casi imposible.
Sin embargo -la necesidad aguza el ingenio-, al cabo del tiempo cada uno termina desarrollando su propio método, un método tan personal como intransferible. Desde quien sí la enciende y es capaz de guiarse por ella sin abrir los ojos, hasta el que, presumiendo de conocer cada rincón de su casa con los ojos cerrados, prefiere andar a oscuras a riesgo de acabar meando en la bañera.
Dado que el problema afecta a un elevado número de personas de toda clase y circunstancia eminentes científicos se han lanzado a buscar una posible solución. Uno de los grupos más activos en el tema acaba de publicar en una prestigiosa revista científica lo que podría ser un primer avance. Se trata de lo que han denominado “disparo fantasma”, un complicado método basado en incomprensibles ecuaciones matemáticas y enredados cálculos de física cuántica (en los que no faltan varios de esos logaritmos neperianos que tan bien me va a explicar Beni en cuando quedemos para comer torrijas) del que puedo ofrecer -en exclusiva- un pequeño extracto conseguido después de muchas horas de estudio y dedicación, y no sólo por su enmarañado contenido, que también, sino por haber tenido que traducirlo directamente del Sórabo, su idioma original.
“Sin dejar de mirar en ningún momento en dirección a la taza, enciende y apaga la luz rápidamente. Durante algunos segundos, tendrás una imagen fantasma de la diana. Ajusta y dispara, evitado mover los ojos para no desplazar la imagen. El golpe de luz satura algunos conos presentes en los ojos. Al volver la oscuridad, los conos siguen reaccionando, reproduciendo durante un instante la imagen percibida."
Y aunque visto así el sistema no resulta malo, al leerlo se me ha ocurrido a mi pensar que pudieran (o pudiesen) existir algunas otras soluciones. Claro, que si hay gente que está dedicando toda su vida a investigar el problema, no voy a ser yo el típico presuntuoso de mierda que va de listillo dedicándose a tirar por tierra las conclusiones de gente tan principal, una gente que lleva años invirtiendo tiempo -el suyo- y fondos públicos -ajenos- en tan complejas e interesantes teorías.
Aunque yo piense que el mejor y más práctico método para mear a oscuras es mear sentado. Al menos eso me han contado.

viernes, 19 de septiembre de 2008

La patata caliente


Me contaba un amigo que una de las lecciones más valiosas que había aprendido fue la que le dio su abuela un día en que, llevándole a la cocina, cogió una patata del agua hirviendo, se la arrojó a las manos y le gritó: "-¡vamos, agárrala!"
Mientras él hacía desesperados malabarismos para no quemarse, la abuela añadió: “-no sabes qué hacer con ella, ¿verdad?, pues atento, esto es algo que tienes que recordar toda tu vida. Cuando alguien te pase una patata que te queme, ¡devuélvesela!”
Le contaba que una situación difícil de resolver, una pregunta difícil de contestar, es como una patata caliente; durante toda su vida se encontraría con gente listas que fingirían ingenuidad para quedarse a la expectativa respecto a él, tratar de aprender lo que él supiese y observar cómo él resolvía los problemas, personas que piensan que si nos dejan la patata para que sean los demás los que le den vueltas en la mano cuando más caliente está, ya no quemará tanto cuando sean ellas las que la cojan. O bien que al ver cómo se las arreglan los demás aprenderán la manera de manejar la patata sin quemarse. Al fin y al cabo cuando hablas no haces más que repetir lo que ya sabes, pero si escuchas es posible que aprendas algo.
Además, hacer que otro coja la patata es más fácil de lo que parece, basta aprovecharse un poco de la vanidad ajena. A mi un “usted, que sabe mucho más de esas cuestiones que yo, ¿qué piensa?" me ha salvado más de una vez y más de dos de quemarme las manos con alguna patata.

Frase: “No hacer nada es la mejor manera de conservar toda la fe en nuestras posibilidades” (Noel Clarasó, 1899-1985; escritor español)

miércoles, 10 de septiembre de 2008

El colmo del espacio

En principio se me había ocurrido que la diferencia podía venir por la calidad de los ingredientes. Descartado. Ellos mismos se encargan de dejar bien claro que para elaborar sus productos sólo usan los mejores.
Por eso, sigo sin entender cómo si un kilo en seco de buenas alubias, fabes... o como se llamen, rondan los doce euros en cualquier tienda, el bote de fabada "Litoral", es decir, las mismas –según ellos- buenas alubias, más el tocino, más el chorizo, más el espesante, más el colorante E-101, más otro montón de cosas (y encima todo metido en un bote que me imagino algo valdrá también) apenas si llega -entre ofertas del trespordos y algún que otro chikiprecio de temporada- a los dos euros la lata.
Tratar de desentrañar algunos de los misterios de la vida es lo único que nos puede llevar a la verdad que todos buscamos. ¡Pero resulta tan difícil acercarnos a ellos a veces!

Y no, no son made in China. Todavía.

Frase: “Esto no es una barriga. Es una camiseta en relieve”. (Eslogan de una marca de cerveza para sus camisetas)

viernes, 5 de septiembre de 2008

El trabajo engorda

Trabajar engorda. Silogicemos. El trabajo es la principal causa de estrés en la vida diaria de cualquier persona. Cuando nos estresamos se dispara la hormona ACTH, una sustancia que estimula la producción de corticoides, como el cortisol. Ciertas células grasas, concretamente las del abdomen en los hombres y las de las caderas en las mujeres, parecen ser especialmente sensibles a los corticoides por lo que las personas con una alta concentración de estas hormonas tienden a engordar en estas zonas. A más trabajo, más estrés; a más estrés, más hormonas; a más hormonas, más grasa.
Pero, sobre todo, el peligro del estrés producido por el trabajo está en que se consume la serotonina, la hormona cerebral de la satisfacción, y eso tiene dos consecuencias nefastas que influyen en la dieta: por un lado, el descenso de la serotonina provoca al final del día una gran necesidad de comer, sobre todo hidratos de carbono u otros alimentos apetecibles pero poco saludables (el cuerpo procesa mal los carbohidratos después de las ocho de la tarde porque nuestro metabolismo funciona más lentamente), de picotear con ansia y de tragar como un lobo hambriento cualquier cosa que se ponga por delante. Por otro lado, esa tensión y el estrés acumulado a lo largo de día provocan una necesidad de autocompensación que se satisface fundamentalmente de dos formas: con la comida y con el sedentarismo.
La lógica se impone: dejar de trabajar mientras uno esté realizando una dieta debería de ser una medida de acompañamiento obligatoria de ésta. No puede ser que nos estén pidiendo que llevemos una vida sana y saludable y que nos esforcemos por conservar un peso correcto mientras se empeñan en que mantengamos uno de los hábitos que más contribuyen a deteriorar nuestra salud y que, además, engorda: trabajar.

Frase: “Burro que gran hambre siente, a todo le mete diente” (Refrán español)

jueves, 28 de agosto de 2008

Bacanales y Banquetes


Desde su primer día en Roma, ciudad a la que ya entró subido en un lujoso carro tirado por docenas de mujeres desnudas, Vario Avito Basiano (205-222), coronado a los 14 años emperador romano con el nombre de Marco Aurelio Antonino (aunque más conocido con el sobrenombre de Heliogábalo) se dio cuenta que gobernar un imperio no tenia porqué ser aburrido.
Aparte de darse esos pequeños caprichos que todos tenemos -y que tanto ayudan a sobrellevar el día a día-, como su costumbre por no beber nunca dos veces de un mismo vaso (que tenía que ser siempre de oro macizo), vestirse con ropas femeninas en las noches de luna llena o casarse con varios gladiadores en una misma ceremonia, Heliogábalo se hizo famoso por los banquetes que ofrecía a sus invitados, unos banquetes a los que asistía el todo Roma y que, como buen anfitrión que era, cuidaba en sus más mínimos detalles como bien reflejan los relatos de los innumerables cronistas de la época que el mismo emperador dispuso para que sus hazañas pasaran debidamente a la posteridad.
En uno de ellos, y por aquello de celebrar que empezó a gobernar un año acabado en ese número, organizó la fiesta temática del ocho invitando para la ocasión a ocho jorobados, ocho cojos, ocho gordos, ocho esqueléticos, ocho enfermos de gota, ocho sordos, ocho negros y ocho albinos. Llegados los postres cada uno de ellos recibió ocho puñaladas en medio del alborozo general del resto de los invitados que podían participar libremente de espectáculo, y no sólo como simples espectadores sino también, si lo deseaban, como verdaderos protagonistas del mismo. Tan pocos invitados pudieron resistirse a participar que hubo que improvisar deprisa y corriendo varias tandas más de ochos (echando mano de los esclavos del servicio) y así que ningún invitado se quedase sin jugar, algo que hubiera sido toda una desconsideración.
Precisamente era la hora de los postres, momento en el que quien más y quien menos se hallaba afectado por la bebida, cuando el emperador ponía en práctica sus mejores ideas, ésas que le hacían ser siempre el alma de la fiesta. Legendaria fue aquella en la que, con todos los invitados dentro, mandó cerrar las salidas del comedor e hizo soltar una manada de fieras salvajes a las que previamente había hecho arrancar los dientes y las garras, un pequeño detalle que desconocían los aterrados comensales y que acabó convirtiendo aquella amena velada en algo inolvidable.
Hay gente que siempre sabe divertirse.

Frase: “Lo mejor es salir de la vida como de una fiesta, ni sediento ni bebido." (Aristóteles 384-322 a. C.; filósofo griego)

jueves, 21 de agosto de 2008

El dedo meñique

Tenemos cinco dedos en cada mano. Y, aunque forzando la cosa, cada uno de ellos acaba entrando en los agujeros de nuestra nariz (quien más y quien menos está acostumbrado a meter cosas grandes en agujeros pequeños) sólo el meñique lo hace desahogadamente.
Teorías del por qué esto es así hay tantas como investigadores han sido capaces de perder su tiempo estudiando tan apasionante tema. Una de las que tiene más seguidores es la que afirma que el dedo meñique no ha crecido tanto como los demás porque si lo hiciera dejaría de cumplir la función para la cual está destinado: la higiene nasal.
Los defensores de esta hipótesis cuentan con un argumento de peso: la selección sexual favoreció a quienes tenían el dedo meñique con un calibre capaz de entrar sin dificultad en las fosas nasales. Según distintos estudios, las mujeres del Pleistoceno podrían haber preferido aparearse con los hombres de meñique pequeño ya que así ellos podían hurgarse las narices y mantenerlas más fácilmente limpias, algo que consideraban un detalle de buena salud a la hora de buscar al padre de sus hijos.
Ellas siempre eligiendo en función del tamaño. Luego dirán que no les importa. Ya.

jueves, 14 de agosto de 2008

Giacomo Casanova

Aunque las aventuras sexuales no son para contarlas sino para disfrutarlas, siempre ha habido maestros empeñados en describirnos, con pelos y señales, sus historias eróticas. Y menos mal, al fin y al cabo es la única manera que tenemos los pobres inocentes para saber esos trucos que hicieron de ellos unos verdaderos ejemplos a seguir.
Giacomo Girolamo Casanova de Seingalt, (Casanova para los amigos) se jactó públicamente de haber seducido a miles de mujeres, preferentemente esposas e hijas de sus amigos. Según él mismo dejó escrito en sus memorias, el secreto de su resistencia física y de su apetito amatorio residía es la sobredosis de ostras, no menos de cincuenta, con que se desayunaba cada mañana.

Claro que no sé yo hasta que punto se puede fiar uno de sus consejos teniendo en cuenta que en un capítulo posterior de las mismas memorias desvela el infalible método anticonceptivo que usaba para no dejar nunca embarazadas a sus múltiples conquistas: introducir una canica de oro de 60 gramos en la vagina de cada una de sus entusiastas y cándidas amantes.

Eso sí... siempre la misma, y siempre la suya. En estas cosas, sobre todo habiendo bolas de por medio, la confianza resulta fundamental.

Frase: "La masturbación es un entrenamiento, jamás un vicio” (Roberto Sánchez, 18 años, estudiante F.P.)

viernes, 8 de agosto de 2008

Olimpiadas

Ahora que estamos en tiempo de Olimpiadas, es momento de poneros en antecedentes sobre algunas anécdotas que protagonizaron sus atletas, aunque de algunos de ellos haya pasado algún tiempo.
Desde que en 1886, por iniciativa del Barón de Coubertain, compitieron 200 hombres representando a 14 países, hasta las de Atenas 2004, solamente las dos guerras mundiales, 1914 y 1939, han sido capaces de suspender unas olimpiadas. La bandera olímpica, creada por el propio Coubertin, es blanca con cinco aros unidos, representando a los continentes: Asia (amarillo), azul (Europa), negro (África), verde: (Australia) y rojo (América).

En los primeros juegos de la era moderna, el griego Aristides Konstantinidis destrozó su bici contra una pared en los 87 km en ruta. Cogió una del público y siguió.

El español Pedro Pidal logró el segundo puesto en el tiro al pichón en los juegos de 1900 de París. Su premio fue un par de calcetines.

Hasta 1908 los ganadores recibían una medalla de plata, los segundos se llevaban una corona de laurel y no había premio para los “terceros”. De todas formas, las medallas que se entregan a los campeones no son de oro, sino de plata bañada en oro.

Fred Lordz ganó el maratón en 1904, en los juegos de San Luís, pero poco antes de la entrega de medallas se descubrió que había ido en automóvil desde el kilómetro 14 hasta las cercanías del estadio.

En Londres 1908, Geo André en el tercer y último intento del salto de pértiga, se le engancharon los bombachos con el listón. Obtuvo la medalla de plata.

La primera muerte de un deportista olímpico ocurrió en los juegos de Estocolmo (1912). El lanzador Lázaro murió durante el maratón a causa del intenso dolor.

En París 1920, Rudolf Bauer, lanzó su disco con tanta fuerza que acabó dándole al público en varias ocasiones.

Las primeras mujeres compitieron por primera vez en 1928, seguían las dudas de si tendrían aguante.

En Ámsterdam, 1928, a la alemana Hilde Schrader se le rompió el bañador, que dejó un pecho visible. Le dio tanto pudor que quiso terminar cuanto antes y ganó.

El equipo español de hípica logró en los juegos de Ámsterdam, en 1928, la primera medalla de oro del olimpismo español.

En los juegos de Los Ángeles de 1932, el ciclista italiano Ebelardo Pavesi, cambió el avituallamiento normal de la prueba de 100 km en ruta (fruta y verduras) por un buen plato de spagueti, que comió sin dejar de pedalear. Y ganó.

La autopsia reveló que la polaca Stanislawa Walasiewicz, medalla de oro en 100 m en Los Ángeles 1932, tenía genitales masculinos.

La plusmarquista de los 100 metros lisos Walaa, pidió en 1936 que la ganadora, la norteamericana Helen Stephens, se desnudara para comprobar que era una mujer. Lo hizo.

El nadador Jean Boiteux hizo prometer a su padre, en las olimpiadas de 1952, que le dejaría casarse con su novia si ganaba. Lo logró y su padre se tiró al agua vestido y con boina para felicitarle.

El primer nadador que se rapó para ir más rápido fue el alemán Lampe. Luego subió al podium con peluca.

El remero Vyacheslav Ivanov, de la URSS, ganó, en 1956, el oro en la modalidad de “skiff”. La emoción le hico lanzar la medalla al aire, pero cayó al agua y no la encontró.

Una cuarentena obligó a disputar las pruebas hípicas de los juegos de Melbourne 1956 en Estocolmo.

El debut de Surinam en la historia del olimpismo fue extraño. Su primer participante Wim Assajas, se quedó dormido en Roma 1960 y no corrió los 800 metros.

El boxeador Cassius Clay tiró su oro conseguido en 1960 a una alcantarilla porque no le dejaron entrar en un restaurante de Roma.

El judoka nipón Akio Kaminaga, perdió en Tokio 1964 la final ante el holandés Anton Geesnik, y su paisano Suburaya quedó tercero en el maratón. Ambos se suicidaron dos años después avergonzados por decepcionar al Emperador.

La australiana Dawn Fraser celebró en 1964 su triunfo en natación robando una bandera del Palacio Imperial de Tokio.

La derrota del judoca Akio Kaminaga en los juegos de Tokio 1964 supuso tal vergüenza en el país que varios de sus compatriotas se suicidaron. Dos años más tarde lo hizo el propio Kaminaga.

El campeón de los pesos pesados en Munich 1972, desayunaba cada día 26 huevos fritos y un filete antes de entrenarse.

El boxeador estadounidense Charles Vinci se pasó de peso para su categoría y tuvo que raparse el pelo al cero con el único objetivo de quitarse los gramos que le sobraban para ser admitido.

El esgrimista ruso Borís Onischenko fue excluido de por vida de la competición por haber trucado la empuñadura de su espada durante los juegos de Montreal 1976. Onischenko había incluido un dispositivo con el que podía hacer que el sistema de detección de toques le diera un punto incluso sin rozar a su rival.

En Moscú 1980, plena guerra fría, a los árbitros se les acusó de muy “caseros”. Cada vez que algún atleta de la URRSS lanzaba su jabalina, se abrían las puertas del estadio para que hubiera corriente. Ganó uno de sus atletas, Dainis Kula, con un lanzamiento de 91,20 m.

Hasta las olimpiadas de 1984, ningún atleta de color había encendido el pebetero.

El saltador de trampolín de EE.UU. Gregory Louganis ganó dos medallas de oro en Seúl 1988. Pocos sabían que era VIH positivo.

Por cierto, las Olimpiadas no se celebran cada cuatro años, cada cuatro años se celebran los Juegos Olímpicos. La "Olimpiada" es el espacio de tiempo entre dos convocatorias.

lunes, 4 de agosto de 2008

Pantalones caídos

Dejando a un lado el insondable misterio del "cómo" se sujetan, (a buen seguro habrá algún grupo y/o departamento de alguna universidad realizando un sesudo estudio -con fondos públicos- sobre el tema), no le encuentro yo la gracia a esa moda tan extendida, e imagino tan incómoda, de llevar los pantalones lo más "caídos" posible.
Se pensaran que son "modernos". Pobres. Les convendría saber que, como casi siempre, no hay nada nuevo bajo el sol.
Mostrar, enseñar, presumir de ropa interior (al fin y al cabo el asunto tiene un fin exhibicionista- porque ellos pueden-) ya se puso de moda en los siglos XVI y XVII, aunque por entonces lo que se enseñaba no eran el último modelo de tanga o la marca de los calzoncillos sino la "gola", un cuello rígido de encaje y que no era otra cosa que la flamante ropa interior de moda de la época sobresaliendo por el pescuezo.
El miedo a la peste y la creencia de que el agua contaminada por ella podía atravesar los poros de la piel, hizo que la gente se dejara de bañar, pasando a ser el más limpio el que más ropa interior poseía y más blanca la llevaba. Las consecuencias nos se hicieron esperar: los "cuellos" empezaron a sobresalir como signo de higiene y de poderío. Cuanto más grande y más "plegada" era la "gola", mas importante era su propietario.
El tamaño, como siempre, marcando la diferencia.
Otra versión, sin embargo, respecto a lo de los pantalones caídos, es que la "moda" proviene de la cárcel. En la cárcel no dejan llevar ni cordones, ni cinturones, ni gorras, nada que pueda usarse con fines inapropiados. Sin cinturones y con una sola talla, pues a llevar pantalones caídos. Si no tienes gorra, pues se cubrían la cabeza con pañuelos improvisados, etc.
La transición de ahí a círculos pandilleros, que estaban en bastante contacto con la "meca", y para los que suponía la seña de "identidad" de haber pasado por la cárcel fue lo siguiente.
Estas "curiosidades" las comenta bastante Tom Wolfe en "A Man in Full" creo que para el castellano se tradujo como "Todo un hombre".
Curioso de donde procede la "moda" eh? Y cómo lo han explotado comercialmente, en unos gayumbos que valen como más de 10 veces de lo que son...

jueves, 31 de julio de 2008

El inodoro público asesino

Si la “actitud de prepotencia de los varones respecto a las mujeres” se denomina machismo, y quien la ejerce, machista; ¿cómo se llama la actitud de prepotencia de las mujeres con respecto a los varones?
¿Feminismo?
Y las mujeres que la ejercen... ¿feministas?
En ningún momento afirmo, sólo pregunto.
Y hablando de mujeres, no es que me importe gran cosa pero ya que una de ellas -en un arriesgado gesto que podría costarle muy caro-, se ha atrevido a romper el infranqueable muro de silencio que rodea a las acciones propias del sexo femenino, qué menos que compartir como se merece tan estremecedor testimonio.
Por fin, alguien se atreve a contar en primera persona -a través de una desgarradora carta- las verdaderas razones por las que las mujeres tardan tanto en mear. Un pequeño paso para las féminas, un gran paso para la lógica.

"Mi mamá era una fanática de los baños públicos. De chiquita me llevaba al baño, me enseñaba a limpiar la tabla del inodoro con papel higiénico y luego ponía tiras de papel cuidadosamente en el perímetro de la taza. Finalmente me instruía: "Nunca, nunca te sientes en un baño publico" Y luego me mostraba "la posición" que consiste en balancearte sobre el inodoro en una posición de sentarse sin que tu cuerpo haga contacto con la taza. Eso fue hace mucho tiempo. Pero aun hoy en nuestros años más maduros, "la posición" es dolorosamente difícil de mantener cuando tu vejiga está que revienta.
Cuando "tienes que ir" a un baño publico, te encuentras con una cola de mujeres que te hace pensar que los calzoncillos de Brad Pitt están a la venta y a mitad de precio. Así que esperas pacientemente y sonríes amablemente a las demás mujeres que también están discretamente cruzando las piernas. Finalmente te toca tu turno. Verificas cada cubículo por debajo para ver si no hay piernas. Todos están ocupados. Finalmente uno se abre y te lanzas casi tirando a la persona que va saliendo. Entras y te das cuenta que el picaporte no funciona (nunca funciona); no importa... Cuelgas tu bolso del gancho que hay en la puerta, y si no hay gancho (nunca hay gancho), te lo cuelgas del cuello mientras miras como se balancea debajo tuyo, sin contar que te desnuca la correa que te colgaste al cuello, porque el bolso está lleno de mierdas que fuiste tirando dentro - la mayoría de las cuales no usas, pero que las tienes por si acaso -.
Pero volviendo a la puerta... como no tenía picaporte, solo tienes la opción de sostenerla con una mano, mientras que con la otra de un tirón te bajas las bragas y tomas "la posición"... Alivio...... AAhhhhhh..... Mas alivio... Ahí es cuando tus muslos empiezan a temblar.... Te encantaría sentarte, pero no tuviste tiempo de limpiar la taza ni la cubriste con papel, así que te quedas en "la posición" mientras tus piernas tiemblan tan fuerte que registrarían un 8 en la escala de Richter, sin contar la salpicada finiiiiiita del chorro que pega en la loza y que ¡¡¡te moja hasta las medias!!! ¡¡¡que seguramente se va a notar!!!
Para alejar tu mente de esa desgracia, buscas el rollo de papel higiénico, peroooo, joooooder...! el rollo esta vacío...!. Tus piernas tiemblan cada vez más. Recuerdas el pedacito de papel con el que te limpiaste hace un rato la nariz. Eso tendrá que ser suficiente. Lo arrugas de la manera mas esponjosa posible. Pero es más pequeño que la uña de tu dedo y encima todavía esta mojado de mocos...
En eso, alguien empuja la puerta de tu baño y como el cerrojo no funciona recibes tremendo portazo en la cabeza. Les gritas caliente: ¡¡¡ OCUPADOOOO !!!", mientras continúas empujado la puerta con tu mano libre y el pedacito de kleenex (pañuelos de papel tissue) que tenías en la mano se te cae exactamente en un charquito que hay en el suelo y no estás segura si es agua o meao.... y te vas de espalda y te caes sentada en el inodoro. Te levantas rápidamente, pero ya es demasiado tarde, tu culo ya entró en contacto con todos los gérmenes y formas de vida del asiento porque TU nunca lo cubriste con papel higiénico, que de todos modos no había, aún cuando hubieras tenido tiempo de hacerlo.
Sin contar el golpe en la cabeza, el desnuque con la correa del bolso, la salpicada del chorro en las piernas y en las medias, la que te conté, que todavía esta mojada... el recuerdo de tu mamá que estaría avergonzadísima de ti, si supiera...; porque su culo nunca toco el asiento de un baño publico, porque francamente, "tu no sabes qué clase de enfermedades podrías agarrar ahí".
Pero la debacle no termina ahí... ahora el sensor automático del baño está tan confundido que suelta el agua como si fuera una fuente y manda todo al colector con tal fuerza que te tienes que agarrar del tubo que sostiene el papel de baño (cuando hay) por miedo a que te vaya a chupar y vayas a aparecer en la China. Aquí es cuando finalmente te rindes. Estás empapada por el agua que salió del baño como fuente. Estás exhausta. Tratas de limpiarte con un celofán de unos chicles Adams; luego sales apresurada al lavamanos. No sabes cómo funcionan los sensores automáticos así que te limpias las manos con saliva, te las secas con una toalla de papel y sales pasando junto a la línea de mujeres que aun están esperando con las piernas cruzadas y en estos momentos eres incapaz de sonreír cortésmente.
Un alma caritativa al final de la línea te dice que vas arrastrando un trozo de papel higiénico (pegado a tu zapato) ¡¡ del largo del río Mississippi...!! Arrancas el papel del zapato, lo depositas rudamente en la mano del alma caritativa que te dijo que lo traías pegado y le dices suavemente: ¡¡¡ Toma... puedes necesitarlo...!!!" y sales. En este momento ves a tu chico que ha entrado, usado y salido del baño de hombres y que tuvo tiempo de sobra para leer Guerra y Paz mientras te esperaba. "¿Por qué tardaste tanto?" te pregunta azorado. Aquí es cuando le das una patada en los huevos y lo mandas a tomar por el culo."

jueves, 24 de julio de 2008

La hoja de parra

Aunque aún hay quien hace apología de ella, debería estar completamente desacreditada la teoría de que el primer vestido del hombre fue una hoja de parra. Si eso hubiera sido así, con una mano ocupada en mantener en su sitio tan liviano e inestable vestuario, le hubiera sido imposible al hombre progresar, incluso lo poco que ha progresado. Por ejemplo, ¿hubiera sido capaz de cazar con una sola mano, que para mayor dificultad sería seguramente la izquierda? La respuesta es, evidentemente, no.
Y no hablemos de la actividad intelectual que exige una mente libre de preocupaciones inmediatas ¿Hubiera sido capaz el hombre de hacer esas esculturas de mujeres desnudas -más bien gordas- que tanto le gustaban pensando continuamente en sujetarse la hoja? Evidentemente no.
Aún más penosa sería la situación de la mujer, que por su peculiar configuración anatómica necesitaría las dos manos para mantener en su lugar su dos-piezas vegetal (eso sin entrar en la dificultad que algunas tendrían para encontrar hojas de parra del tamaño adecuado para sus zonas superiores), algo que las dejaría absolutamente indefensas frente a los peligros de la existencia y las audacias de los varones desenvueltos. Que en estas cuestiones eran todos.
Es hora de proclamar que en los primeros tiempos el vestido no existía en absoluto y que la humanidad emprendió el camino de la decencia no por decoro sino simple y llanamente porque empezó a tener frío. Algo muy a tener en cuenta ahora que empieza a hacer calor.

Frase: "La química orgánica es la química de los compuestos de carbono. La bioquímica es el estudio de los compuestos de carbono que andan a cuatro patas". (Mike Adams, 1956, criminólogo estadounidense)

sábado, 19 de julio de 2008

Carta de un viejo perro a su amo

Aquí estoy, tirado en un rincón sobre el charco de orín que yo mismo he provocado y que tú estás cansado de limpiar, las moscas sobrevuelan mi comida desde ayer que la pusiste en el plato. Es que ya no tengo hambre, ni ganas de levantarme, estoy todo el día echado y casi sin moverme, me siento cansado, aunque no hago nada igual estoy cansado, no sé..., pero pienso que me pesan los huesos, estoy tan flaco que tan sólo el pellejo me sostiene, pero sobretodo, estoy triste, pero no tanto por mí, que me veo así como un trapo viejo, no, más que nada es por ti, sabes, que ya no me prestas atención, y que veo que cada vez te molesto más, yo sé, que es incomoda mi presencia ahora en la casa, ya ni las pulgas me quieren, pero ¿qué puedo hacer?, son muchos los años que estamos juntos, y sabes que desde siempre te serví como a mi dueño, más que eso todavía, fui tu amigo, a ti te veo mal, te noto taciturno, la indecisión ronda tu cabeza, y yo sé de que se trata, un amigo te lo dijo el otro día, “así no puedes seguir, hazme caso, sacrifícalo es la única solución, o te gusta verlo sufrir...”, yo sé que ese amigo tuyo no tuvo mala intención, pero, por favor, no le hagas caso, no, no quiero que me maten, viejo y flaco como estoy, a mí me gusta la vida, piensa en otra cosa, busca otra alternativa, yo quiero seguir luchando, no te entregues todavía, y si ya no hubiera más remedio, si por más que quisieras no encontraras algo que me alivie la vida, entonces..., déjame morir en paz, cuando llegue mi día.

sábado, 12 de julio de 2008

Epoca estival

Cuando llega la época del celo la mayoría de los animales resultan (resultamos) ser muy poco selectivos a la hora de buscar una pareja que les alivie de sus naturales apetitos. En tiempos de guerra todo agujero es trinchera.
Sin embargo, el asunto no es caprichoso. Gracias a esta estrategia, por ejemplo, las plantas pueden engañar a una inmensa mayoría de insectos que, berracos perdidos como van, confunden la corola de la planta con una hembra de su especie y acaban pegándose un revolcón en ella para así, sin saberlo, acabar transportando el polen de su compañera ocasional hasta la próxima conquista.
Aunque no todos. Los grillos mormones, por ejemplo, no se dejan engañar tan fácilmente y usan un método que les suele dar muy buenos resultados: antes de ponerse a retozar con una presunta, la elevan en el aire eligiendo, para intercambiar sus fluidos, a aquella que más pese, a la más gorda, reduciendo así las posibilidades de acabar cohabitando con la primera hoja en forma de grilla mormona que se le cruce en el camino.
Curiosamente, y a pesar de los muchos estudios que sobre el tema se han realizado, la tasa de anorexia entre la población femenina de esta especie es inexistente.

martes, 8 de julio de 2008

Cultura multiracial


Como sé que este blog, es en principio multilingüal y multicultural o por lo menos es lo que pretendo, paso a dedicarles a todos/as los/as lectores/as del mismo que en un momento de sus vidas pasaron por él y decidieron hacer un alto en el camino, unos poemas del ilustre D. Salvador de Madariaga (Obra Poética. Plaza & Janés. 1976- Esplugues de Llobregat ( Barcelona )).

Para mis amigos los franceses: ENNUI
ESPOIRS, larmes, baisers, doux abandons, effrois,
Le souvenir qui pleure et rit, qui danse et chante,
Bercent ma solitude à l’heure où, calme et lente,
La nuit s’avance au pas de ses noirs palefrois
Les cloches de la paix bourdonnent aux beffrois,
Mais l’angoisse qui dort en mon âme indolente
S’éveille aux coups de bronze et l’avenir me hante...
Oh tristesse des soirs solitaires et froids!
Des vols, des vols sans but, sillonnent l’air grisaille,
Et par moments, au fond de mon âme tressaille
Un mort mal enterré à la lugubre voix.
Un morne désespoir trempe l’ombre nocturne
Et comme un chien sans maître errant et taciturne,
L’ennui, le sombre ennui, rôde en mon cœur sans foi.

Para mis amigos los ingleses, americanos y demás lenguas o dialectos anglosajones.
THE SEASONS
SUMMER is Spring’s lusty son,
Sturdy lad tanned by the sun,
Strong and healthy,
Who lives hard at work and pain,
Gathers in a bounteous gain
And dies wealthy.
Autumm is a gentle lord,
Tired an bored,
Whom wealth drove to spleen and moaning,
Who sings melancholy tunes
And whom Winter importunes
With its groanings.
At the feet of Winter cold
Autumm scatters all his gold
And dies smiling.
Winter, working nigth and day,
Sweeps and hoards the gold away,
Piling, piling.
Dowry for his daughter bright,
Earth’s delight,
Blue-eyed Spring, the maiden fair,
Who comes dancing down the hill,
Letting March winds play at will
With her hair.

Espero que haya sido del agrado de todos los entrantes en mi blog. Para todos un saludo muy efusivo ( y con besos para ellas...).

viernes, 4 de julio de 2008

Llegan las vacaciones, aunque no para todos...

Tocan vacaciones. Pero antes de lanzarse a la aventura nunca está de más conocer ciertas manías locales.
Van algunas curiosas costumbres que se practica en destinos habitualmente turísticos y cuyo conocimiento podrá evitar algún que otro disgusto. Pero cuidado, no están -ni de lejos- todas las que son.
Si viajas a los Estados Unidos de América:
Estado de Utah:--> Prohibición expresa del sexo oral y anal, así como de mantener cualquier tipo de relación sexual antes del matrimonio bajo multa de mil dólares o seis semanas de cárcel. Permitida la poligamia.
California:--> Se permite “hacer de todo” pero sólo si intervienen dos personas ( o menos ). Prohibido por Ley los ménage a trois y el sexo en grupo.
Texas, Oklahoma o Kansas:--> Prohibido cualquier tipo de relaciones homosexuales así como el sexo oral y anal aunque éste se realice entre personas de distinto sexo.
Nueva York:--> Mirar a alguien de forma indecente por la calle: multa de 25 $.
Florida y Washintong D.C.:--> Sólo está autorizada legalmente la postura del misionero.
Si viajas por el Oriente Próximo:
Líbano: --> La ley autoriza a mantener relaciones sexuales con animales, pero siempre y cuando el animal en cuestión sea una hembra. El castigo por hacerlo con animales machos es la pena de muerte.
Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, y países árabes en general:--> Prohibido cualquier acto homosexual bajo pena de muerte. Prohibidas las relaciones sexuales antes del matrimonio bajo pena de 100 latigazos. Prohibido el adulterio que se castiga con pena de apedreamiento público hasta la muerte.
Si viajas por África:
Túnez:--> Se considera pederastia mantener relaciones sexuales con cualquier persona menor de 20 años. Prohibición expresa de todo tipo de relaciones homosexuales. En ambos casos el castigo es la pena de muerte.
Nigeria: --> La violación de cualquier mujer soltera ( incluidas turistas ) será castigada con 100 latigazos en la plaza pública. La “receptora” de los latigazos será la mujer violada por haber incumplido la ley islámica que impone la norma de no mantener relaciones sexuales sin estar casada, independientemente de la causa.
Si viajas por Europa:
Inglaterra:--> Las mujeres pueden tener relaciones sexuales con sus nietos, pero existe una ley ( aún en vigor ), que prohíbe de manera expresa las relaciones de las mujeres con sus abuelos. Hasta el año 1987 la práctica del sexo anal, incluso dentro del matrimonio, tenía como castigo la cadena perpetua si uno de los dos cónyuges demostraba haberlas realizado.
Holanda: --> Se puede mantener relaciones sexuales con niños o niñas a partir de los 12 ( doce ) años, siempre que sea con el consentimiento de ellos.
Si viajas por el Extremo Oriente:
Indonesia: --> La pena establecida para los que se masturban es la decapitación.
Malaisia o Malasia: --> 20 años de cárcel y latigazos en público para todo aquél que practique cualquier tipo de relación homosexual, tanto en público como en privado.
Tailandia: --> Salir de casa o del hotel sin calzoncillos o bragas constituye un delito que se castiga con multas económicas si es la primera vez, y penas de cárcel si eres reincidente.
Singapur: --> La pornografía es ilegal, mientras que las relaciones homosexuales se castigan con cadena perpetua. También es ilegal cualquier tipo de sexo oral pero sólo si no va seguido de penetración vaginal.
Viendo el panorama sólo queda recomendar la regla de oro: ante la duda abstenerse. Y si uno se encuentra muy desesperado poner en práctica el habitual remedio de urgencia. Salvo que uno se encuentre en Indonesia, claro.

miércoles, 2 de julio de 2008

Cruce de brazos


Todos sabemos que cuando nuestra pareja (o el suplente temporal que corresponda) quiere empezar una conversación con los brazos cruzados no está de muy buenas pulgas. Hasta aquí bien. Pero resulta que dependiendo de la postura que adopten sus brazos y sus manos, podremos saber si el enfado que se nos viene encima es una simple tormenta de verano o se está acercando el diluvio universal.
Unos detalles que, sin duda, nos pueden colocar en una mejor situación para aguantar el chaparrón. O lo que quiera caer.
Lo más importante: no cruzarlos tú. Nunca se sabe quien ha acabado leyendo esto.

miércoles, 25 de junio de 2008

Modelos de chicas


Aunque debido a mis duros quehaceres laborales diarios apenas puedo levantar cabeza del trabajo, en los pocos ratos libres que me tomo, (-esos que sólo hago para poder rendir más después-), he llegado a establecer una pequeña clasificación sobre las mujeres que tengo alrededor, (valdría también para los hombres pero, paradojas de la vida, sólo estoy yo, laboralmente hablando, rodeado de mujeres), logrando identificar hasta cinco grupos de ellas, cada uno con unas características muy determinadas.
1- La reina del drama: tiene un estilo que cambia con tanta frecuencia como su carácter y su maquillaje. Suele quejarse de algo que tú nunca entiendes ni comprendes. Normalmente presenta un aspecto distante con mirada perdida, es más inteligente de lo que aparenta y parece que la han puesto en la tierra para confundirte. Se lleva muy bien con aquellos que le pueden tolerar sus cambios de carácter o tienen acceso a un aporte sin límite de medicamentos "estabilizantes". Nadie de nosotros ha conseguido descifrar en más de un 35% sus propósitos.
2- La moderna: con un estilo que sólo puede ser descrito como calculadamente descuidado, suele llevar un piercing en la lengua, nada materialista, los lunes suele llegar con la ropa de su hermano mayor porque estuvo demasiado ocupada durante el fin de semana para poder preocuparse con el asunto de la lavadora, nos trata a todos con el desdén de quien se cree que todavía no ha sido invadida por el "sistema".
3- La intelectual: con un aspecto bohemio, jerseys enormes y faldas tres cuartos, maquillaje opcional. Se queja por todo y de todo, suele llevar consigo algún oscuro libro de Kierkegard o Sartre. Acabó la carrera, -de letras claro-, con muy buenas notas, y se pasa el tiempo leyendo, lo que le impide hacer el trabajo por el que le pagan, pero nadie se atreve a decirle nada.
4- La chica de gimnasio: con un estilo que se puede comparar al de un automóvil bien diseñado, especialmente por sus líneas modernas y elegantes curvas. Suele teñirse de rubio, pelo largo y se pasa el día mirando para ver si la estas mirando. Pasa a recogerla su novio, comidilla envidiosa de sus compañeras, que estudia oposiciones a bombero y ve más al monitor de su gimnasio que a ella.
5- La buena chica: normal hasta aburrir, viste corriente, le gusta la cerveza y va de mesa en mesa poniéndonos al día de las últimas noticias sobre bodas, infidelidades, funerales y otros acontecimientos sociales dignos de ser mencionados. Aspira a casarse, tener la parejita y vivir feliz cuidando a sus hijos al lado de un marido notario de buena familia. Está en ello.

Y ahora a rezar para que ninguna de ellas lea esto, si mañana no hay post ya sabréis la razón.

viernes, 20 de junio de 2008

Kocinillas


Reconozco mi total inutilidad en cuestiones culinarias. Sólo tener que pensar cada día qué poner en la mesa ya me resulta agotador.
Por eso (y porque no tengo otro remedio) soy adicto al cocinar/congelar, es decir, el día que te toca, fabricas los tres kilos de bacalao en salsa verde que estaban de oferta, los repartes en el último cajón del congelador bien apiladitos en sus tuperwares de a dos raciones el recipiente y a tirar de ellos el tiempo que duren.
por eso también me ha parecido tan prácticas las recetas que he encontrado en el libro "Cocina Internacional" que, aunque ya tiene algunos añitos (la edición es de 1983), trae interesantes comiditas para hacer el día que uno tenga ganas de trastear en la cocina, congelando lo que sobre en generosas raciones de a dos bien apiladitas, y poder tirar de ellas después durante una larga temporada.
Un ejemplo sacado de la famosa y acreditada cocina beduina: "Camello relleno".
- Ingredientes:
1 camello entero.
1 borrego mediano.
20 pollos enteros de buen tamaño.
60 huevos.
12 kilos de arroz
2 kilos de nueces.
2 kilos de almendras.
1 kilo de pistachos.
2.5 kilos de pimienta.
110 galones de agua.
Sal al gusto.
- Procedimiento:
Despelleje el camello, luego quítele la grasa y límpielo (desechar la joroba).
Haga lo mismo con el borrego y los pollos.
Hierva hasta que la carne este tierna.
Cocine el arroz hasta que se esponje.
Fría todas las nueces hasta que se doren y agrégueselas al arroz.
Cueza los huevos y pélelos.
Rellene los pollos con los huevos cocidos y el arroz.
Rellene el borrego con los pollos y póngale más arroz.
Rellene el camello y échele adentro el resto del arroz.
Ase el camello en una fogata de carbón grande hasta que se dore.
Si le quedo arroz, extiéndalo en una fuente grande y coloque el camello encima.
Así, y salvo que invites a casa a la federación japonesa de luchadores de sumo, evitarás entrar en la cocina durante unos cuantos meses. Algo es algo.

martes, 17 de junio de 2008

El verdadero secreto de las pirámides


El primer Faraón que sintió la necesidad de prepararse un alojamiento digno de su propia importancia, ordenó a sus arquitectos que planearan algo original que llamara la atención, algo distinto a las tumbas de los insignificantes faraones anteriores, para quienes una losa con su nombre esculpido en graciosos jeroglífico era más que suficiente.
Los arquitectos, que nunca se habían enfrentado a un problema semejante, ordenaron, para ganar tiempo, que trajeran piedras en abundancia y las fueran amontonando, que luego ya verían lo que se les ocurría. La gente egipcia, orgullosa de contribuir con su esfuerzo a lo que sin duda iba a ser una asombrosa obra de arte y, por si fuera poco, morada última de su amadísimo Faraón, acarrearon millones de pedruscos y los fueron colocando ordenadamente amontonados al borde del desierto.
Los años pasaban y a los arquitectos no se les ocurría nada que valiera la pena, con lo que seguían sin tener la menor idea de lo que podían hacer con aquel material, que ya constituía el montón de piedras más grande del mundo. Apremiados por el Faraón, que se impacientaba, y con razón, ordenaron, por ordenar algo, que le afilaran la punta.
Entre unas cosas y otras, el Faraón murió antes de que se empezaran los cimientos de su tumba y, a falta de otra cosa mejor, fue sepultado en aquella montaña de piedra, donde se abrió apresuradamente un agujero al efecto.
Fue un éxito. La gente aprecia mucho más las obras por su tamaño y aquélla tenía un tamaño nunca visto. Los faraones siguientes quisieron tener también su montón de piedras, que ya por entonces era llamado pirámide por los intelectuales de la época en honor a un pastel de harina que ellos comían y que llevaba ese nombre, y todos mandaban construir la suya: era lo primero que ordenaban en cuanto se sentaban en el trono. Así, un insulso montón de piedras que esperaba mejor destino se había convertido de casualidad en un monumento prácticamente indestructible e inamovible. Tan inamovible que ni siquiera pudieron llevarse una al museo británico, que ya es el colmo.
Ésa es, por más que intenten esconderla, la verdadera historia de este tipo de construcciones. Ni más, ni menos.
Por cierto, que algunos ingeniosos tratadistas de lo esotérico pretenden que las pirámides poseen virtudes desconocidas, secretos mágicos, propiedades misteriosas y efectos especiales. Algo misterioso tiene que haber, sin duda. De otra manera no se explica la nombradía y el respeto que han alcanzado estos insustanciales poliedros.

viernes, 13 de junio de 2008

Gentilicios


Lo aprendimos en el colegio: los gentilicios indicaban la población o parte de donde alguien era natural. Cuando yo estudiaba (supongo que ahora semejantes cosas ya no vienen en los libros) existían más de treinta sufijos que, agregados al nombre geográfico, formaban aquellos. Aunque la cosa tenía su truco ya que la aplicación de uno u otro sufijo no estaba sujeta a reglas precisas; su uso se atenía, para desesperación de casi todos nosotros, a la tradición y a la costumbre de cada lugar.
Vamos, que ninguno de los habitantes de los tres pueblos de España llamados Cabra (en Córdoba, Tarragona y Jaén) resultaban ser, como en buena lógica hubieran debido ser, unos cabrones, sino que por una mera cuestión de no molestar a la minoría de habitantes de esos pueblos, nos teníamos que jorobar la inmensa mayoría (el gentilicio de Cabra y el de Calatayud llevaban siempre todas las papeletas para salir en el examen) aprendiéndonos de memoria que los del pueblo de Córdoba eran cabreños (o si querías sacar nota: egabrenses), los de la Cabra de Tarragona cabrenses y los de la Cabra de Jaén respondían al gentilicio de cabrileños.
Una más de las muchas cosas inútiles que nos hacían aprender ya que, aparte de poder consultar en cualquier momento los apéndices del Casares, -el google de la época-, sin mayor gasto verbal y con la simple ayuda de la preposición "de" todo hubiera resultado mucho más sencillo. Valga el ejemplo, ¿no suena mucho mejor decir que alguien es "de Calatayud" en vez de llamarle directamente a la cara bilbilitano"?
Además, y por muchos treinta sufijos que existan, ¿cuál habría que ponerle a los de Tinieblas en Burgos, Roturas en Cáceres, a los de Cabezón en Asturias, Calabazas en Valladolid o a los habitantes del melancólico Adiós también en esa provincia?
¿Y a aquellos con un pueblo de nombre algo animal -y su correspondiente y bestial gentilicio- como Lagartos en Palencia, Los Lobos en Almería, Pardal en Albacete o Los Galápagos en Guadalajara,
¿Y cuál será el nombre que lleven las de Puercas en Zamora, Las Gallinas en Valladolid, Cazurras (también en Zamora), Amarguilla en Almería o Las Tiñosillas en Ciudad Real?
¿Cómo soportarán su gentilicio los agnósticos que nazcan en Fraile (Jaén) o las que lo hagan en Casa de las Beatas (Albacete). ¿Y los lisiados de Los Cojos en Valencia, los poco afortunados físicamente que lo hagan en Malcocinado (Badajoz) o los "cortitos" que nazcan en Los Zotes (León)?
Ahora también, me desayuno con que los nativos de la isla de Lesbos se encuentran en pie de guerra, pues están hartos de que a los habitantes masculinos se les llame “Lesbianos”, y a ellas como nó, el consabido recochineo de llamarlas “Lesbianas”, esto no tendría la menor importancia si alguna de ellas en realidad si lo fuera, pero como siempre se generaliza, en fín, veremos en que acaba esta batalla lingüística.
Y a lo mejor lo he soñado, (no lo encuentro por ninguna parte aunque sería lógico que le hubieran cambiado el nombre), pero recuerdo haber pasado de niño por un pueblo andaluz que se llamaba Asquerosa. Pobres.

miércoles, 11 de junio de 2008

Botones= Hombre vs Mujer


No hacía ninguna falta, -es de tontos demostrar lo evidente-, pero por si quedaba alguna duda sobre la superior inteligencia de las mujeres respecto a los hombres basta con fijarse en un detalle:
Las mujeres se abrochan las ropas de izquierda a derecha por una muy sencilla razón: cuando se inventaron los botones sólo eran usados por damas de muy buena posición, unas damas que eran siempre vestidas por sus criadas. Alguien se dio cuenta que para éstas sería mucho más sencillo cumplir con su labor si los botones estaban situados al revés de cómo solían estarlo.
Claro que ahora ya no tienen criadas (por lo menos la mayoría) y aunque ahora se lo tienen que hacer ellas mismas siguen empeñadas en mantener los botones al lado contrario.
Otra versión vinculada a la colocación de dichos botones, viene dada como que:
Mujeres: para amamantar a sus hijos, ya que se sostienen con la mano izquierda al bebé y la derecha para abrir la camisa; ya que muchas mujeres prefieren dar de mamar con el seno más cercano al corazón. Su ritmo relaja al bebé.
Hombres: porque al ser diestros abrían sus vestiduras y sacaban el arma que guardaban al lado izquierdo bajo su brazo.
Mejor no saco más conclusiones que esto iba muy bien hoy.