sábado, 21 de marzo de 2015

ALCIBÍADES

 
 
Alcibíades fue un general ateniense que vivió entre los años 450 y 404 a.C. Se trata de un personaje muy conocido y peculiar que destacó por sus dotes en el ámbito de la estrategia militar y política.
Pasó a la historia gracias a su participación en la guerra del Peloponeso, que enfrentó a Esparta con Atenas y donde Alcibíades desarrolló un papel de consejero tanto a nivel estratégico, comandante y político. Su manera de actuar en la guerra, ya apuntaba maneras a la anécdota que nos concierne sobre este personaje. Durante el transcurso de la misma, cambió su lealtad en varias ocasiones. En un principio, prestó sus servicios a Atenas y defendió como el que más, la expedición ateniense a Sicilia, que entonces se planeaba. Sin embargo, más tarde se vio obligado a huir a Esparta, donde propuso varias e importantes campañas contra Atenas. Al parecer, la lealtad no suponía ninguna barrera para Alcibíades, quien subordinaba cualquier principio a la consecución de sus fines y objetivos.
En una ocasión, este general adquirió un perro. Pero algo extraño ocurrió con el animal, y es que a los pocos días, apareció de buenas maneras con el rabo cortado. El pueblo le reprochó fuertemente su actuación y el desinterés por la salud del can. La respuesta de Alcibíades a sus allegados fue cuanto menos pasmosa, y es que, sin inmutarse, respondió: “Precisamente esto era lo que yo buscaba. Mientras los atenienses critiquen que le he cortado el rabo a mi perro, me dejarán tranquilo y no se ocuparán en investigar sobre mi proceder político”.
Por extraño que parezca, lo cierto es que con esta anécdota, el general ateniense había asentado las bases de un concepto que trasciende hasta nuestros días: la cortina de humo. Esta idea fue estudiada posteriormente en el ámbito de la Ciencia Política, ya que se trata de un recurso muy utilizado que permite centrar la atención de las personas en un tema poco importante para que el verdaderamente lo es, que pase desapercibido.
Dentro del ámbito militar, este término hace mención al humo que se provoca para impedir que las tropas enemigas vean o descubran nuestros propósitos y nuestros propios movimientos.