miércoles, 27 de febrero de 2013

Prefesiones incomprendidas

 
 


Pocas actividades -más bien ninguna- se salvan del paro, pero si hay ciertas profesiones en las que parece que todavía la saturación no es total. Me cuentan lo difícil que está encontrar panaderos. Normal, tener que trabajar toda la noche para vender una barra a 38 céntimos teniendo en cuenta el precio al que está la harina (que la van a acabar vendiendo en papelinas como la cocaína) no debe de compensarle a nadie. Si es por pasarse la noche amasando sale mucho más rentable trabajar con una barra americana que con una barra de pan. Fijo.
Pero no entiendo lo de la falta de maquilladores de cadáveres, trabajo creativo, elegante, moderno, y que tanto ha ayudado a dar otro aire a unas circunstancias, la de los velatorios, que siempre han tenido fama de lúgubres. Y con razón. Antes entrabas en uno temiendo la gran pregunta que, por más que la intentabas esquivar, siempre te hacían: “¿quieres verlo?”; ahora, con los artistas del maquillaje ya es otra cosa. Si el trabajo lo ha hecho un buen profesional hasta da gusto acercarse. Hay verdaderos genios capaces de dejar al abuelo del vecino del tercero muerto por lo del “hecho biológico” (que dirían los pedantes), igualito que el Christiano Ronaldo saliendo de la ducha. Y eso, sin photoshop de por medio, tiene su mérito.
Frase: No te metas en el mundo de las drogas. Ya somos muchos y hay muy poca…


miércoles, 20 de febrero de 2013

Las vacaciones del proletariado



Quisiera ser entendido en las cosas económicas y poner un poco de sosiego en el día a día monetario, ponerle paños calientes a las hipotecas, parar ese ERE que se viene encima, qué se yo. Pero no lo soy. Dicen que la cosa es seria, que hay poco dinero, que con esto de la crisis en las vacaciones (tan ansiadas como cortas vacaciones) la gente ha ido más al pueblo. Porque casi todos guardamos un pueblo en el recuerdo de la infancia, que allí está la casa de los padres, de los abuelos, la de los recuerdos, tan rancia, tan sabia, tan mustia que está como ennoviada con el paso del tiempo, tan fresquita, ¡qué bien se está en la casa del pueblo en verano! Pero luego llega uno y no hay de nada. Por eso, digo yo que se deberían abrir en los pueblos más negocios, aunque sólo fueran de temporada. Lo que antes, cuando éramos chicos, se llamaban ultramarinos, deberían proliferar ahora en los pueblos más pequeños, que es que no se puede comprar un sábado o un domingo una triste barra de pan o la prensa o una lata de sardinas. La crisis debería hacer espabilar más al personal, pero parece que no están por la labor.

 

Frase: "Cuatro cosas hay que nunca vuelven más: una bala disparada, una palabra hablada, un tiempo pasado y una ocasión desaprovechada". (Proverbio árabe)

viernes, 15 de febrero de 2013

Ricos y pobres

Siempre ha habido pobres y ricos. Incluso hoy. Es fácil distinguirlos. Ricos son aquellos que -pudiendo- no quieren ser pobres. Pobres son aquellos que -aún queriendo- no pueden ser ricos. Los ricos trabajan por amor. Los pobres, por dinero. Los pobres tienen una obsesión: trabajar mucho para ganar algún dinero y, de esta manera sentirse menos pobres. Los ricos estimulan a los pobres para que trabajen mucho y ganen dinero produciendo las cosas que han de comprar para sentirse menos pobres. Así, el pobre trabaja, gana dinero y compra cosas. Es decir, el pobre trabaja y se desdineriza ayudado por el rico que se endineriza con el dinero resultante de vender al pobre aquellos productos que el pobre fabrica en las factorías del rico. Tengo que dejar de pensar, tengo que dejar de pensar, tengo que dejar de pensar...

  Frase: "Eso de que el dinero no da la felicidad son voces que hacen correr los ricos para que no los envidien demasiado los pobres". (Jacinto Benavente, 1866-1954; dramaturgo español)

martes, 5 de febrero de 2013

Mas puta que las gallinas....

Cuando establecemos la tan común comparación entre una señorita sexualmente promiscua y una gallina estamos cometiendo un doble error. Primero con la mujer, que, por muy furcia que sea (y salvo que ejerza de tal profesionalmente) rara vez cobrará por acostarse con distintos hombres (en metálico, se entiende). Y por otro con las gallinas, las cuales, y a pesar de su mal ganada fama de rameras, poseen una moral intachable cercana a la monogamia. Si en un gallinero hay alguien crápula, disoluto y disipado, es el gallo, no ellas. Por ello me sumo a la propuesta que circula por ahí poniendo las cosas en su sitio: las gallinas, igual que no son taxistas o -con las excepciones que queramos- ministras, tampoco son putas. Y si algún animal de bellota jurásico sigue empeñado en insultar a una mujer, que lo haga usando otros bichos mucho más depravados y peligrosos que las pobres gallinas.Que haberlos haylos... Cualquier mosquitamuerta, por ejemplo. He dicho.