Como bien se podría pensar, lo llevo como una obsesión, si amigos lectores y blogueros, lo de los lavabos es un tema que me reconcome, de hecho ya hice referencia en su día en este Blog a los susodichos (Jueves, 31 de julio de 2008); pero como me considero una rata de biblioteca y me gustaría deleitar a todos vosotros de mis hallazgos, paso a embelesaros con mis descubrimientos. Si, ya sé, que vosotros también tenéis cultura, pero a mí me gusta insistir, pues habrá quien no disponga del tiempo necesario para hacer incursiones en las profundidades de la ciencia.
La palabra retrete, que en realidad quiere decir retiro pequeño (retirete), está definida en el diccionario como “cuarto pequeño en la casa o habitación, destinado para retirarse”. Por eso, y hasta hace unos cuantos pocos años, el común de los afortunados mortales que contaban con uno -pocos, muy pocos- se refería a él como el cuarto al que se retiraba a descansar.
(Retrete que consideran el más antiguo del mundo, se sitúa en Pakistan, y lo datan del año 2.500 A.C.).
Pues que sepan que somos muchos los que intentamos -con nuestro esfuerzo en el día a día- que no se pierda el uso tradicional del lenguaje. Especialmente en los momentos en los que más y mejor una palabra puede adquirir su significado: durante el horario laboral.
(Esta foto la hice yo cuando estuve en Dougga (Túnez), como veis es parecida a la anterior, salvo que los habitáculos unos son formados en cuadrilatero y la mia es en circunferencia).
Los primeros registros de la existencia de un WC datan de hace 2800 años atrás, en donde fue registrado el primer tipo de retrete bajo el reinado del rey Minos de Creta. Luego incluso en China también se hallaron restos de un inodoro en una tumba de un emperador de la dinastía Han, el cual se remonta entre el 206 AC y 24 DC.
Hace más de 4.000 años los cretenses ya aplicaban en el palacio real de Cnossos una especie de inodoro. Constaba de una cisterna, tazal y canal de desagüe, pero el progreso de la redes fue lento. Solo hace dos siglos que las cloacas sirven a domicilios privados. Durante cuatro milenios los orinales eran volcados a la calle, previo aviso.
Pues ni ahí está uno a salvo.
Frase: “Solidaridad no es dar lo que sobra, es dar lo que me hace falta”
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