viernes, 20 de abril de 2012

Los puntos neurálgicos humanos



Sin rodeos. Las personas humanas hombres (los tíos) somos una cosa muy triste. Como organismo pluricelular digo. Y no es que me haya pasado al lado oscuro. No. Pero es la pura verdad (lo que é, é). Sobre todo si hablamos de la capacidad, más que teórica, que tienen nuestras congéneres (las tías) a la hora de poder disfrutar del coiteo. Y no hace falta acudir a la maldición bíblica (pu-ta-da) de tener el periodo refractario obligatorio entre uno y otro, (desgracia que ellas, al menos fisiológicamente, no sufren), sino también en cuestiones de calidades.

Que se sepa, hasta el momento, en las partes pudendas femeninas han encontrado cuatro puntos, cuatro (A,G,K y U) que, bien manipulados, pueden ponerlas en órbita.
Y digo “hasta el momento” porque está claro que cada vez que un investigador se calza el casco de espeleólogo y se interna en tan desconocida zona, encuentra algo nuevo. Tampoco es raro que esté (casi) todo por descubrir, históricamente el tema del disfrute femenino ha importado más bien poco y lo cierto es que sus avances y descubrimientos se han debido, generalmente, a golpes de suerte y casualidades.En cuanto a los hombres (tíos), al menos alfabéticamente, apenas contamos con una letra a la que, encima, por su situación, la mayoría de las personas humanas hombres sólo disfrutarán a partir de los cuarentaytantos, una vez al año y en un sitio tan poco inspirador como la consulta del proctólogo.

Frase: Las chicas buenas, van al cielo; las malas... a todas partes.

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