jueves, 20 de mayo de 2010

Una de misticísmo




Un verano de ideas prácticas selección oro. Hoy que me siento más místico que nunca, quisiera haceros una reflexión : Cómo hacer que en España los católicos (y hasta los no católicos) vuelvan a asistir a misa.
Aunque Jesús pidió a los Apóstoles que, en recuerdo suyo, se siguieran reuniendo a cenar para así cada vez que comieran el pan, comerían su cuerpo, y cuando bebiesen el vino, beberían su sangre (lo que se conoce como transubstanciación), los altos mandamases de la Iglesia decidieron, a mediados del siglo XVIII, acabar con la costumbre de ofrecer vino a los fieles que asistían a cada eucaristía.
La razón que les llevó a tomar tan drástica decisión (desobedeciendo el mandato de su jefe), la explica Charles Panati en “Los orígenes sagrados de las cosas profundas”:

“En el siglo XVIII se prescindió de la copa comunal de vino en muchas iglesias. Y no por temor a la transmisión de enfermedades, dado que aún no existan conceptos como el de "bacteria", sino porque los tejidos se estaban haciendo muy costosos y las manchas de vino eran imposibles de limpiar”.

Dicho lo cual, y teniendo en cuenta lo que ha avanzado la humanidad en cuestión de quitamanchas y el abaratamiento que -gracias a los chinos- ha sufrido todo lo que tenga que ver con la cosa textil, no estaría de más que volvieran a retomar la tradicional costumbre de ofrecer una copita de vino a cada uno de los participantes en sus celebraciones.
Teniendo en cuenta la afición española a tomarse unos vinitos los domingos por la mañana, cuelgan el cartel de completo en cuanto se corra la voz. Fijo.

Y otra de propina: La costumbre de avisar de una boda mediante las "amonestaciones", se inició en tiempos de Carlomagno.
Por aquel entonces los nobles y ricos tenían con frecuencia aventuras extramatrimoniales, especialmente con señoritas a punto de casarse, y que ellos consideraban como un "trofeo".
Alarmado por estas "costumbres", promulgó un edicto que obligaba hacer público cualquier matrimonio siete días antes de la celebración.
– Lo que no entiendo, buenoooo, si lo entiendo, pero eso lo dejo a vuestro criterio y pensamiento, es lo de alarmarse, será por que a partir de ese momento el “trofeo” sería compartido, y pasaría a ser “medalla de oro”, será por eso -.

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