domingo, 8 de marzo de 2009

Niños delincuentes

Empieza desde la infancia dando a tu hijo/a todo lo que te pida, así crecerá convencido/a de que el mundo entero le pertenece. No le des ninguna educación espiritual. Espera que alcance la mayoría de edad, que él/ella pueda decidir libremente.
Cuando diga palabrotas, celébraselas, esto le animará a hacer más cosas graciosas.
No le reprendas nunca, ni le digas que está mal algo de lo que hace, podrías crearle complejos de culpabilidad.
Recoge todo lo que él/ella deja tirado, libros, zapatos, ropa, juguetes; hágaselo todo, así se acostumbrará a cargar su responsabilidad sobre los demás.
Déjale leer todo lo que caiga en sus manos.
Cuida de que sus cubiertos, platos y vasos estén esterilizados, pero deja que su mente se llene de basura.
Discuta a menudo con su cónyuge en presencia del niño/a, así no se sorprenderá, ni le dolerá demasiado el día en que la familia quede descabezada para siempre.
Dale todo el dinero que quiera gastar, no vaya a sospechar que para disponer de dinero es necesario trabajar.
Satisface todos sus deseos, apetitos, comodidades y placeres, el sacrificio y la austeridad podría producirle frustraciones.
Y por último, póngase de su parte en cualquier conflicto que tenga con sus profesores, vecinos o amigos, piense que todos ellos tienen prejuicios contra tu hijo/a y que de verdad quieren fastidiarlo.

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