viernes, 14 de marzo de 2008

Semana Santa


Ahora que tenemos en puertas de la Semana Santa, no podía sin más, dejar pasar el no poder narrar algo que venga a colación con respecto a ella. Se y soy consciente de la magnitud de religiones que campan por nuestro planeta, pero...yo soy así, espero la comprensión de todas ellas.
Había una vez en al cumbre de una montaña, tres pequeños árboles soñando acerca de lo que querrían llegar a ser cuando fueran grandes. El primer árbol, miró hacia las estrellas, y dijo...Yo quiero guardar tesoros, quiero estar repleto de oro y ser llenado de piedras preciosas, seré el baúl de tesoros más hermoso del mundo... El segundo árbol, miró un pequeño arroyo en curso al océano, y dijo...Yo quiero viajar a través de aguas turbulentas y rizadas, llevar reyes poderosos sobre mí, seré el barco más imponente del mundo. El tercer árbol, miró hacia el valle que estaba debajo de la montaña, y vio hombres y mujeres trabajando, y dijo...Yo no quiero irme nunca de la cima de la montaña, quiero crecer tan alto, que cuando la gente del pueblo se paren a mirarme, eleven su mirada al cielo, y pidan sus deseos; quiero ser el árbol más alto del mundo.
Los años pasaron, llovió, brilló el sol, y los pequeños árboles crecieron y se hicieron muy altos. Un día tres leñadores subieron a la cumbre de la montaña, el primer leñador, miró el primer árbol y dijo...Que árbol tan hermoso es este, y con la fuerza de su hacha brillante, el primer árbol cayó. “Ahora me convertirán en un hermoso baúl, y podré contener tesoros maravillosos”, dijo el árbol. El segundo leñador, miró al segundo árbol...”Este árbol es muy fuerte, perfecto para mi...”, y con una arremetida de su hacha, lo cortó, el segundo árbol también cayó, “Ahora navegaré en aguas de miles de países, pensó, seré un barco imponente para reyes temidos y poderosos...”. El tercer árbol sintió su corazón sufrir, cuando el último leñador se acercó y lo miró; se enderezó apuntando ferozmente al cielo, pero el leñador ni siquiera miró hacia arriba, y dijo...”Bahh...cualquier árbol es bueno para mi...”, y con una poderosa embestida de su hacha el tercer árbol cayó...
El primer árbol se emocionó cuando el leñador lo llevó a su carpintería, pero el carpintero lo convirtió en una caja para alimentar al ganado, aquél árbol hermoso, no fue cubierto con oro, ni llenado de tesoros, sino que fue cubierto con polvo y llenado de alimento para animales hambrientos. El segundo árbol, sonrió cuando el leñador lo llevó cerca de un embarcadero, pero ningún barco imponente fue construido ese día, nada de eso, aquel imponente árbol sólo sirvió para construir un humilde bote de pesca, era demasiado pequeño y débil para navegar por el océano, ni siquiera en un río, y fue llevado a un pequeño lago. El tercer árbol estaba confundido cuando el leñador lo cortó para hacer tablas fuertes y lo abandonó en un almacén de maderas. “Qué estará pensando...?”, fue lo que se preguntó el árbol, “yo tan sólo quería quedarme en la cumbre de la montaña, para estar más cerca de Dios...”.
Muchos días y noches pasaron, los tres árboles casi habían olvidado su suerte, pero una noche, una luz de estrellas doradas, alumbró al primer árbol, cuando una joven mujer, puso a su hijo recién nacido en la caja para alimentos de animales, “Yo hubiese querido poder hacerle una cuna a mi bebé”, dijo su esposo a la mujer, la madre apretó su mano y sonrió, mientras la luz de la estrella, alumbraba la madera suave y fuerte de la cuna, y la mujer dijo...”Este pesebre es hermoso”, y de repente, el primer árbol supo que contenía el tesoro más grande del mundo.
Una tarde, un viajero cansado y sus amigos, se subieron al viejo bote de pesca, el viajero se quedó dormido; mientras, el segundo árbol navegaba tranquilamente hacia dentro del lago, de pronto, una impresionante y aterradora tormenta llegó al lago, el pequeño árbol se llenó de temor, el sabía que no tenía la fuerza suficiente para llevar a todos esos pasajeros a la otra orilla, para ponerlos a salvo, con ese viento y lluvia; el hombre cansado se levantó y alisando su mano, dijo “ Calma...”, la tormenta se detuvo tan rápido como comenzó y de repente el segundo árbol supo que llevaba navegando, al rey del Cielo y de la Tierra. Un viernes por la mañana, el tercer árbol, se extrañó cuando sus tablas fueron tomadas de aquél almacén de maderas, se asustó cuando fue llevado a través de una tremenda multitud de personas enfurecidas, se llenó de temor cuando unos soldados, clavaron las manos de un hombre en sus maderos, se sintió feo, áspero y cruel, pero al domingo siguiente, por la mañana, cuando el sol brilló, su corazón latió con júbilo debajo de su madera, el tercer árbol supo que el amor de Dios había cambiado todo, esto hizo que el árbol se sintiera fuerte, y que cada vez que la gente pensara en él, ellos pensarían en Dios, eso era mucho mejor que ser el árbol más alto del mundo.
Frase: La próxima vez que te sientas deprimido, porque no conseguiste lo que tú querías, sólo siéntete firme y se feliz, porque Dios está pensando en algo mejor para darte.

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