miércoles, 7 de marzo de 2012

Comentarista financiero



Hoy, en "Un grauero en Bosnia", una breve introducción acelerada para ser comentarista financiero. Y nada mejor que explicarlo con una frase habitual, la típica frase de: “Mi hermano va a ir esta tarde al Carrefour a comprarle la ropa del colegio a mis sobrinos".

Pues bien, un comentarista financiero (que para eso le pagan) debe escribir: “Parece que un miembro muy allegado de mi familia tiene el proyecto de realizar en un plazo inmediato una importante operación comercial con una de las firmas internacionalmente más acreditadas del ramo. Según este rumor –que anoche circulaba insistentemente por el pasillo que va del comedor a la cocina-, la operación se realizaría en el ramo textil, aunque por su importancia también tendrá una gran incidencia en otros sectores especializados como el de la educación".

O sea, que todo consiste en liar el asunto, usar mucho potencial y enmascarar lo más posible lo que se quiere decir. O lo que es lo mismo, escribir mucho y no decir nada.

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