lunes, 11 de mayo de 2009

Campo de batalla

Un verdadero amigo, es aquél que llega cuando todo el mundo se ha ido.
Mi amigo no ha vuelto del campo de batalla, señor, solicito permiso para ir a buscarlo, dijo un soldado a su teniente. “Permiso denegado...”, replicó el oficial, “No quiero que arriesgue su vida por un hombre, que probablemente haya muerto...”.
El soldado, no haciendo caso a la prohibición, salió, y una hora más tarde regresó mortalmente herido, transportando el cadáver de su amigo.
El oficial estaba furioso, “ya le dije que había muerto, dígame, ¿merecía la pena ir allí, para traer un cadáver?”, y el soldado moribundo, respondió, “claro que sí, señor, cuando lo encontré todavía estaba vivo y pudo decirme: “...estaba seguro que vendrías a buscarme...”.

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